Maradona

Alguna vez pensé, cuántos partidos habrá jugado bajo los efectos de las sustancias prohíbidas. En la cancha derrochaba una fuerza y potencia arrolladora, claro sumado a su talento innato para jugar al fútbol lo hacían un fuera de serie. Sus momentos de gloria los pasó en Italia, donde ganó mucho dinero y también escándalos. potenció su ya desmesurada adicción a las drogas que era parte de su vivir.

Para los Argentinos es un Dios, le perdonan todo, quizá por que fue el único hombre que piloteó la albiceleste y con su magia llevó la copa del mundo de México 86 a casa. Esta hazaña represento para el país gaucho el reconocimiento mundial y el orgullo de que su gente camine con el pecho henchido de saberse campeones del mundo.
El "pibe", o abuelo? bueno me quedo con lo segundo sabiendo que esta contento con su nieto. El " kun" Agüero y Giannina lo hicieron abuelo antes de lo que él se imaginaría. Mínimo el nene debe ser también un "crack" como mandan los genes del padre y del gran Diego. No negaremos que el hijo del "kun" ha nacido con un pan o pelota bajo el brazo.
Diego ahora se viste de entrenador de la selección gaucha. Unos están en contra y otros a favor. El trabajo táctico la hace el "narizón" Bilardo, mientras que Maradona le pondrá la mística de juego; basta que con una arenga de campeón sea suficiente para que sus muchachos salgan a "matar" como hasta ahora dicen los resultados amistosos. El Diego estuvo quebrado económicamente y tuvo que agenciarse cobrando grandes cifras por ser entrevistado, de esta manera sorteaba de alguna manera el exagerado tren de vida al que está acostumbrado.
Como en Argentina se come, se sueña y se vive fútbol; sólo esperan que su hijo predilecto haga una buena performance en el mundial sudafricano, claro está que primero tienen que clasificar. El abuelo Maradona sabe que de su buena "mano" de técnico llegué a la cima y regrese a su país con la copa del mundo en alto como lo hizo con esa "mano de Dios" en México 86.

FIDEL CASTRO

Los automóviles del año 56 todavía circulan por las calles de Cuba. Unos dicen que es como consecuencia del espantoso bloqueo económico implantado por los EE.UU. Otros aseguran que es una demostración del rotundo fracaso de la forma en que gobernó el moribundo dictador Fidel Castro.

A los 82años el barbado líder comunista quiere morir como los árboles, ósea de pie; a pesar que está muy enfermo todavía tiene el respaldo de su gente, que lo llora, que lo defiende. Es un hombre con carisma, de eso no hay duda.

El octogenario ex presidente despierta pasiones y odios; los que están con él, defienden los logros que hizo en la isla, traducidos en los avances de la medicina, educación y el deporte. Ahora los que lo odian aseguran a todas luces que Fidel hizo de Cuba un país sumido en el atraso y la pobreza, sumando a todo esto que, vulneró lo más importante de un ser humano, que es la libertad. Alguien dijo que preferiría vivir en la cárcel que pasar sus días en la isla; exagerado o realista. En Cuba nadie opina en contra del régimen comunista, salvo una valiente chica, Yoani Sánchez que a través del blog y twitter puede criticar con toda libertad. Lo valientes periodistas que se atrevieron a decir la verdad de las cosas están en la cárcel.

Mientras tanto los Cubanos siguen pasivos, viendo que sus días de miseria pasan sin poder hacer nada. El encargado de llevar el timón de la isla ( Raúl Castro) le está haciendo "ojitos" a Barack Obama para que EE.UU rompa el hielo con Cuba. Si eso no sucede las chicas seguirán prostituyéndose de forma furtiva con algunos turistas ocasionales ha cambio de 50 ó 100 dólares, exactamente lo que decía ganar Fidel Castro cuando la revista Forbes reveló que el ex dictador tenía una fortuna de 900 millones de dólares. Fidel puso el grito en el cielo y dijo que nunca necesitó dinero.
Según la historia, todos los dictadores como el barbado han acumulado fortunas inmensas. Mientras tanto los Cubanos viven el 2009 como si estuvieran en 1950; marchan al compás del régimen comunista y, sin ver la luz de la libertad. Sólo les queda soportar o alegrarse de que el gobierno les racione las cosas, como el jabón semanal que le entrega a cada familia. Unos ya se acostumbraron, otros más intrépidos siguen soñando en construir una balsa, rezar a todos los dioses y largarse a Miami.