jueves, 15 de octubre de 2009

Se terminó la pesadilla

Minutos previos para el pitazo inicial del encuentro Perú - Bolivia, se apreciaba que en una de las tribunas del estadio victoriano habían 100 personas, entre ellos, 35 aficionados que pagaron su entrada, y los 65 restantes eran policías y bomberos. El panorama era desolador, triste; no estaba ese ambiente propio de los encuentros internacionales, era lógico, no se podía pedir mucho, se tenía que ser un valiente para trajinar hasta ese barrio peligroso, y sólo para ver a un cadáver, sin posibilidad, sin nada que gozar; peor aún, ni ganando nos salvábamos del vergonsozo último lugar.
Al final se oficializó que entraron 13,000 espectadores, la pregunta es: ¿cuantas entradas regalaron?. La apatía para este encuentro era tan exagerada que una emisora de alcance nacional (rpp), tuvo que convocar a sus cómicos, que junto al staff de narradores y comentaristas hicieron reír con sus payasadas donde las circunstancias eran para llorar. Al final "el cholo" Fano contentó a la afición con su gol, y como los goles son amores, no importa si el equipo es un mamarracho jugando.
Buena "Chemo" te la llevaste en carretilla, con razón no querías renunciar, al menos devuelve el billete, ya que no te lo mereces. Lo bueno por rescatar de esta desastrosa participación, son los chicos Ballón y Zambrano que junto a los ya consagrados, "el loco" Vargas, "paolín"  Guerrero, "el charapa" Rengifo, "la foquita" Farfán y el engreído de Pizarro seguro se armará un equipo más equilibrado que disputará la Copa América.
Se terminó la pesadilla para los peruanos. Ahora veremos el Mundial por televisión, que frasecita, acaso la mayoría de los Brasileños no lo verán también por Tv; no creo que todos viajen a Sudáfrica para verlo en vivo. Cuando Perú Clasificó a España 82  todos vimos por la pantalla chica a nuestros muchachos, salvo algunos afortunados que viajaron. Si llegamos al Mundial 2014 que será en Brasil, serán 32 años sin disfrutar de la gloria, pero lo dudo, porque con estos indecentes dirigentes de uñas largas que se aferran al cargo, será una misión imposible, pues lo único que quieren es, esa vida de viajes, whisky, y otras cosas más. De modo que  seguiremos sin la alegría que representa clasificar en la cancha y con la tribuna llena; luego ser felices y despedir a nuestros jugadores que viajan a una justa mundialista.