El reloj despertador suena ahora antes de lo acostumbrado; el despertarse de la cama ya no será para muchos tedioso, fastidioso; todo lo contrario, unos saltarán de alegría; otros con la indumentaria de dormir accionarán el control remoto de la televisión. Las caras de alegría será el común denominador para los que amamos el fútbol, pues la pelotita ya empezó a rodar, los goles se van sumando en la tierra de Nelson Mandela.
Los que lograron viajar lo vivirán con el corazón palpitando de felicidad; los que no, tendrán que negociar en los centros laborales para gozar con un encuentro interesante y vibrante; los más audaces gestionarán de manera premeditada unas vacaciones adelantadas para quedarse en sus hogares tirados en el sofá estirando la pierna acompañado de su vaso de cerveza.
A pesar de no clasificar a la justa mundialista, el país se paraliza para disfrutar de la fiesta; restaurantes, bares, etc, estrenarán pantallas gigantes para incentivar a la gente. Nuestra situación geográfica nos obliga a hinchar por nuestros vecinos; Brasil, Argentina, Paraguay, Chile, Uruguay, que se ganaron en la cancha el boleto para Sudáfrica.
Ya podemos disfrutar de las mejores jugadas, los goles fantásticos, las celebraciones jocosas. Ya observamos a Diego Maradona con el buzo de su país que le queda grande; el rey Pele un invitado de lujo; en los palcos es infaltable la presencia de los reyes, presidentes; todas las razas, todos los credos se confundes en las graderías de los estadios.
Los jugadores lucharán por alcanzar la gloria dejando el alma en el campo, la camiseta que llevan representa a los colores sagrados de un país y por eso se "mata". La pelotita ya rueda, sólo esperamos que los que la manejan la traten con cariño, amor y respeto para que el deporte rey se mantenga siempre arriba, ¡viva el fútbol!.
Los que lograron viajar lo vivirán con el corazón palpitando de felicidad; los que no, tendrán que negociar en los centros laborales para gozar con un encuentro interesante y vibrante; los más audaces gestionarán de manera premeditada unas vacaciones adelantadas para quedarse en sus hogares tirados en el sofá estirando la pierna acompañado de su vaso de cerveza.
A pesar de no clasificar a la justa mundialista, el país se paraliza para disfrutar de la fiesta; restaurantes, bares, etc, estrenarán pantallas gigantes para incentivar a la gente. Nuestra situación geográfica nos obliga a hinchar por nuestros vecinos; Brasil, Argentina, Paraguay, Chile, Uruguay, que se ganaron en la cancha el boleto para Sudáfrica.
Ya podemos disfrutar de las mejores jugadas, los goles fantásticos, las celebraciones jocosas. Ya observamos a Diego Maradona con el buzo de su país que le queda grande; el rey Pele un invitado de lujo; en los palcos es infaltable la presencia de los reyes, presidentes; todas las razas, todos los credos se confundes en las graderías de los estadios.
Los jugadores lucharán por alcanzar la gloria dejando el alma en el campo, la camiseta que llevan representa a los colores sagrados de un país y por eso se "mata". La pelotita ya rueda, sólo esperamos que los que la manejan la traten con cariño, amor y respeto para que el deporte rey se mantenga siempre arriba, ¡viva el fútbol!.