Las enfermeras del hospital estatal se sorprendieron al ver nacer a un robusto bebé pesando mas de lo acostumbrado. El padre, un humilde obrero esbozó una sonrisa nerviosa y le puso de nombre Sansón por el simple hecho de gozar con la película.
El niño creció en un barrio picante en la parte periférica de la capital peruana. En el colegio era flojo y repitió año varias veces y era un chico conflictivo con sus compañeros y cualquier diferencia lo solucionaba con golpes; todos le tenían miedo.
Su progenitor ya se había enterado de las andanzas de su hijo; poco pudo hacer para enderezarlo; ya anciano se fue de este mundo.
Sansón tuvo cuatro hijos y con todo lo que robaba, buena parte se lo dedicaba a ellos que estudiaban en colegios particulares; quería lo mejor para ellos. Tenia una residencia como los grandes millonarios, con gimnasio donde se ejercitaba a diario para estar en forma y tenia el cuerpo esculpido y el pelo largo como el verdadero Sansón. Tenia auto del año y celebraba su cumpleaños con orquestas chicheras que estaban de moda, donde se amanecían tomando abundante cerveza.
Estuvo preso en varias ocasiones, del cual salió librado gracias al corrupto poder judicial, que blandengue en sus decisiones y al movimiento extraño de sus magistrados y abogados era sentenciado con penas risibles que al cabo de dos años estaba libre y suelto para seguir con sus diabluras al margen de la ley.
Cansados de sus fechorías y por presión de la prensa, a la justicia no le quedó otra alternativa y decidió trabajar de manera legal; le impuso 15 años de cárcel; Sansón asumió el golpe; pero no se desesperó, como los grandes delincuentes espero el momento propicio para ver la forma de zafarse de esa condena.
Solo estuvo cuatro años y salio gracias, otra vez a las argucias harta conocidas de los jueces y abogados.
Estando preso; la familia sufrió para mantenerse; el dinero solo le duró dos a años a Gloria, su esposa; luego la mujer brego mucho para mantenerse firme con el hogar y los hijos; tuvo que vender gran parte de su patrimonio, entre ellos el auto.
Pero en el mundo del hampa la solidaridad también tiene campo. Hay un pacto entre ellos que cuando uno está en el bote (cárcel) los compinches que están libres deben ayudar a la esposa que está en desgracia. Sansón como era el jefe, mas de uno se apunto para ayudar a la familia, lo apoyaban en dinero y otras urgencias.
Un buen día se apareció "Tigrillo" secuaz de la banda; ofreciendo ayuda; ella no se negó sabiendo que era hombre de confianza de su esposo."Tigrillo" era como un hermano de Sansón pues empezaron juntos en el mundo oscuro del hampa. La esposa sabia que antes de casarse con Sansón, "Tigrillo" le había ofrecido matrimonio pero ella lo rechazó por negro y feo, además que apestaba por no bañarse a diario.
Ahora las cosas habían cambiado él ya se bañaba y se compraba perfumes caros; se operó la nariz, pues la tenia torcida y achatada que le daba esa fealdad que hizo rechazar a Gloria.
Estando en desgracia ella aceptó el dinero que le ofrecía "Tigrillo". Gloria no sabia cuando iba estar libre su esposo; eran 15 años; iban dos años, le faltaban 13 años. La mujer tenia 32 años, mantenía sus formas, resaltando su trasero; era guapa, alta, cabello ondulado y de ojos bonitos.
"Tigrillo" la asediaba mucho y Gloria terminó cediendo. Los encuentros eran a furtivas para evitar las lenguas largas; pero al final todo se sabe.
Fueron dos años de intensos encuentros meramente sexuales, que la mujer cedió, quizá para recuperarse en lo económico; porque cada vez que "Trigillo" la besaba, ella aceptaba, pero en el fondo hacia fuerzas para no vomitar pues el hombre era repugnante.
Sansón abandonó la pestilente cárcel luego de cuatro años; otra sorprendente decisión de los jueces. El delincuente se fue furioso a su casa; ya se había enterado de lo que hizo su socio del robo con su apetecible mujer, y eso jamás lo iba a perdonar.
Llegó a su casa tranquilo, abrazó a sus hijos y a Gloria, ella sintió que tal muestra de cariño no fue sincero. Tuvo miedo pues conocía de la ferocidad de su marido. Al caer la tarde reunidos en el comedor, él pidió pollo a la brasa por delivery, luego cenaron juntos. El reloj marcaba las diez de la noche y Sansón dijo:
- Tengo que salir.
- Bueno - dijo Gloria.
Salió tirando la puerta, camino cuatro cuadras y tomó un taxi, y se dirigió al barrio de "Tigrillo"; por celular le dijo a su traicionero amigo:
-En 10 minutos nos encontramos en el bar la "tranca".
-Bien, allí estaré - respondió el mal amigo
Sansón entró al bar caminando de manera matonesca; más de uno sintió miedo; se abrazó fríamente con el traidor.
-¡Caramba te operaste la nariz! que bonito has quedado, ahora las mujeres se fijan en ti - dijo Sansón sorprendido y arqueando las cejas.
-Bueno, sí me arregle algo- dijo nervioso "Tigrillo" que temblaba como una gelatina, señal que percibió Sansón corroborando la traición.
Pidieron seis cervezas y empezaron a charlar; Sansón exigió que cambiaran la música de Chacalòn que sonaba y pidió a Pedrito Otiniano.
Terminadas las cervezas, pidieron seis más; Sansón ya estaba borracho dijo:
-Ahora que estás con la nariz bonita tienes jale con las mujeres negro apestoso- disparó Sansón.
-Tranquilo "brother"- dijo "Tigrillo".
Sansón se paró y le aplicó un cross en pleno rostro y le devolvió a esa nariz perfecta a su estado natural, osea torcida y achatada.
El mal amigo cayó al piso con la cara ensangrentada; nadie en el bar dijo nada; la mayoría eran ladrones que tomaban con prostitutas de medio pelo; respetaban mucho al gran Sansón como para objetarle algo.
-Muy orondo" Tigrillo" le dijo:
-¡Que te pasa Carajo!
-Encima eres conchudo - gritó Sansón- te acostaste con mi mujer ¡hijo de puta!
-¡Perdóname por favor!
Sansón lo pateó justo en la boca, volando tres dientes que cayeron por el sucio piso del bar.
-¡ Ay, ya no! perdóname - aulló "Tigrillo".
¡Me traicionaste basura!- gritó Sansón que estaba hecho un energúmeno.
Ensangrentado y sin poder pararse "Tigrillo" sacó su pistola , pero Sansón era más rápido y sin perder tiempo desenfundó y disparó: pum, pum, un tiro le cayó en el pecho y otra en la cabeza.
-¡Vete al infierno miserable! - vociferó Sansón.
Con semejante oscura trayectoria, "Tigrillo" se fue directo y sin escalas al tenebroso lugar donde satanás es el jefe. Con los ojos desorbitados el asesino se sentó y ordenó más cerveza.
Los vecinos alertaron a la policía que llegaron de inmediato y cercaron el local de la desgracia; veinte policías armados entraron al bar, Sansón se entregó sin mucho trámite.
Lo condenaron a 35 años de cárcel. Exigió la misma celda; era como su fortín, tenia televisor, friobar, equipo de música,etc.
En las noches lloraba como un niño, quizá reflexionando su azarosa vida, y en su momento pensó que lo mejor era caminar derecho; pero ya era muy tarde, su vida ya estaba resuelta: balas, licor, sangre fría, muertes, traición, drogas. La noche era triste y vacía; se durmió mirando el techo sucio y la paredes frías de su celda que lo acompañaran por largos y aburridos años.
El niño creció en un barrio picante en la parte periférica de la capital peruana. En el colegio era flojo y repitió año varias veces y era un chico conflictivo con sus compañeros y cualquier diferencia lo solucionaba con golpes; todos le tenían miedo.
Abandonó el colegio en segundo de secundaria y se convirtió en un delincuente del barrio y tuvo ascendencia en el grupo por lo que le significó ser el jefe de una banda que asaltaba con pistola en mano.
Nunca tuvo un apelativo, pues su nombre ya parecía un alias, y en el mundo del hampa lo conocían simplemente como "Sansón". Era feroz en sus atracos y mató a seis policías, también a indefensos ciudadanos que osaban resistirse al asalto; él solamente apretaba el gatillo con una frialdad sorprendente y huía con el botín.Su progenitor ya se había enterado de las andanzas de su hijo; poco pudo hacer para enderezarlo; ya anciano se fue de este mundo.
Sansón tuvo cuatro hijos y con todo lo que robaba, buena parte se lo dedicaba a ellos que estudiaban en colegios particulares; quería lo mejor para ellos. Tenia una residencia como los grandes millonarios, con gimnasio donde se ejercitaba a diario para estar en forma y tenia el cuerpo esculpido y el pelo largo como el verdadero Sansón. Tenia auto del año y celebraba su cumpleaños con orquestas chicheras que estaban de moda, donde se amanecían tomando abundante cerveza.
Estuvo preso en varias ocasiones, del cual salió librado gracias al corrupto poder judicial, que blandengue en sus decisiones y al movimiento extraño de sus magistrados y abogados era sentenciado con penas risibles que al cabo de dos años estaba libre y suelto para seguir con sus diabluras al margen de la ley.
Cansados de sus fechorías y por presión de la prensa, a la justicia no le quedó otra alternativa y decidió trabajar de manera legal; le impuso 15 años de cárcel; Sansón asumió el golpe; pero no se desesperó, como los grandes delincuentes espero el momento propicio para ver la forma de zafarse de esa condena.
Solo estuvo cuatro años y salio gracias, otra vez a las argucias harta conocidas de los jueces y abogados.
Estando preso; la familia sufrió para mantenerse; el dinero solo le duró dos a años a Gloria, su esposa; luego la mujer brego mucho para mantenerse firme con el hogar y los hijos; tuvo que vender gran parte de su patrimonio, entre ellos el auto.
Pero en el mundo del hampa la solidaridad también tiene campo. Hay un pacto entre ellos que cuando uno está en el bote (cárcel) los compinches que están libres deben ayudar a la esposa que está en desgracia. Sansón como era el jefe, mas de uno se apunto para ayudar a la familia, lo apoyaban en dinero y otras urgencias.
Un buen día se apareció "Tigrillo" secuaz de la banda; ofreciendo ayuda; ella no se negó sabiendo que era hombre de confianza de su esposo."Tigrillo" era como un hermano de Sansón pues empezaron juntos en el mundo oscuro del hampa. La esposa sabia que antes de casarse con Sansón, "Tigrillo" le había ofrecido matrimonio pero ella lo rechazó por negro y feo, además que apestaba por no bañarse a diario.
Ahora las cosas habían cambiado él ya se bañaba y se compraba perfumes caros; se operó la nariz, pues la tenia torcida y achatada que le daba esa fealdad que hizo rechazar a Gloria.
Estando en desgracia ella aceptó el dinero que le ofrecía "Tigrillo". Gloria no sabia cuando iba estar libre su esposo; eran 15 años; iban dos años, le faltaban 13 años. La mujer tenia 32 años, mantenía sus formas, resaltando su trasero; era guapa, alta, cabello ondulado y de ojos bonitos.
"Tigrillo" la asediaba mucho y Gloria terminó cediendo. Los encuentros eran a furtivas para evitar las lenguas largas; pero al final todo se sabe.
Fueron dos años de intensos encuentros meramente sexuales, que la mujer cedió, quizá para recuperarse en lo económico; porque cada vez que "Trigillo" la besaba, ella aceptaba, pero en el fondo hacia fuerzas para no vomitar pues el hombre era repugnante.
Sansón abandonó la pestilente cárcel luego de cuatro años; otra sorprendente decisión de los jueces. El delincuente se fue furioso a su casa; ya se había enterado de lo que hizo su socio del robo con su apetecible mujer, y eso jamás lo iba a perdonar.
Llegó a su casa tranquilo, abrazó a sus hijos y a Gloria, ella sintió que tal muestra de cariño no fue sincero. Tuvo miedo pues conocía de la ferocidad de su marido. Al caer la tarde reunidos en el comedor, él pidió pollo a la brasa por delivery, luego cenaron juntos. El reloj marcaba las diez de la noche y Sansón dijo:
- Tengo que salir.
- Bueno - dijo Gloria.
Salió tirando la puerta, camino cuatro cuadras y tomó un taxi, y se dirigió al barrio de "Tigrillo"; por celular le dijo a su traicionero amigo:
-En 10 minutos nos encontramos en el bar la "tranca".
-Bien, allí estaré - respondió el mal amigo
Sansón entró al bar caminando de manera matonesca; más de uno sintió miedo; se abrazó fríamente con el traidor.
-¡Caramba te operaste la nariz! que bonito has quedado, ahora las mujeres se fijan en ti - dijo Sansón sorprendido y arqueando las cejas.
-Bueno, sí me arregle algo- dijo nervioso "Tigrillo" que temblaba como una gelatina, señal que percibió Sansón corroborando la traición.
Pidieron seis cervezas y empezaron a charlar; Sansón exigió que cambiaran la música de Chacalòn que sonaba y pidió a Pedrito Otiniano.
Terminadas las cervezas, pidieron seis más; Sansón ya estaba borracho dijo:
-Ahora que estás con la nariz bonita tienes jale con las mujeres negro apestoso- disparó Sansón.
-Tranquilo "brother"- dijo "Tigrillo".
Sansón se paró y le aplicó un cross en pleno rostro y le devolvió a esa nariz perfecta a su estado natural, osea torcida y achatada.
El mal amigo cayó al piso con la cara ensangrentada; nadie en el bar dijo nada; la mayoría eran ladrones que tomaban con prostitutas de medio pelo; respetaban mucho al gran Sansón como para objetarle algo.
-Muy orondo" Tigrillo" le dijo:
-¡Que te pasa Carajo!
-Encima eres conchudo - gritó Sansón- te acostaste con mi mujer ¡hijo de puta!
-¡Perdóname por favor!
Sansón lo pateó justo en la boca, volando tres dientes que cayeron por el sucio piso del bar.
-¡ Ay, ya no! perdóname - aulló "Tigrillo".
¡Me traicionaste basura!- gritó Sansón que estaba hecho un energúmeno.
Ensangrentado y sin poder pararse "Tigrillo" sacó su pistola , pero Sansón era más rápido y sin perder tiempo desenfundó y disparó: pum, pum, un tiro le cayó en el pecho y otra en la cabeza.
-¡Vete al infierno miserable! - vociferó Sansón.
Con semejante oscura trayectoria, "Tigrillo" se fue directo y sin escalas al tenebroso lugar donde satanás es el jefe. Con los ojos desorbitados el asesino se sentó y ordenó más cerveza.
Los vecinos alertaron a la policía que llegaron de inmediato y cercaron el local de la desgracia; veinte policías armados entraron al bar, Sansón se entregó sin mucho trámite.
Lo condenaron a 35 años de cárcel. Exigió la misma celda; era como su fortín, tenia televisor, friobar, equipo de música,etc.
En las noches lloraba como un niño, quizá reflexionando su azarosa vida, y en su momento pensó que lo mejor era caminar derecho; pero ya era muy tarde, su vida ya estaba resuelta: balas, licor, sangre fría, muertes, traición, drogas. La noche era triste y vacía; se durmió mirando el techo sucio y la paredes frías de su celda que lo acompañaran por largos y aburridos años.