Los apostadores no dudaron en jugarse por un triunfo Uruguayo, terminado el encuentro, la sorpresa fue grande, Perú 1 Uruguay 0, golpe en la polla. Quién iba a pensar en un equipo Peruano que hace tiempo estaba muerto, sin posibilidades de resucitar le ganaría a los Charrúas que necesitaban del triunfo, no lo consiguieron y por eso están prácticamente fuera del mundial.
El hincha nacional a pesar de estábamos fuera de Sudafrica apoyó al equipo del aprendiz de "Chemo" Del Solar, pues asistió- de manera regular - al estadio monumental, quizá para ver jugar y al mismo tiempo despedir al "Chorri" Roberto Palacios, que al final de la brega se emocionó con el cariño del pueblo y se fue llorando; Ñol Solano también fue reconocido por la tribuna cuando lo cambiaron. Era el justo reconocimiento para estos dos jugadores veteranos, trajinados que en su momento dieron espectáculo con la blanquirroja.
El respetable alentó todo el partido, como debe ser, querían saborear un triunfo y lo gozaron como nunca con ese gol del "charapa" Hernán Rengifo que ni bien vio que la pelota se dirigía a besar y tener ese romance con la red corrió y lo gritó con todo el alma y a todo pulmón, quizá recordando esos malos momentos, cuando fue maltratado por la comitiva de la comisión que lo abandonó en el hotel, allá en Colombia; demostrando que los malos dirigentes de la federación son unos mamarrachos.
Los muchachos dejaron todo en la cancha; el "loco" Juan Vargas jugó un partidazo (de su pase se originó el gol) y demostró que estando en el fútbol Italiano, el progreso y el avance saltan a la vista, con un potencia y fuerza que justifican su estancia en la Florentina, demostrando constancia y no como aquellos que se van jugar a Europa y luego regresan a los pocos meses, por que extrañan al perrito, al barrio, tal es el caso de "arrocito" Sánchez, De la Haza, "pato" Quinteros, etc.
La alegría llegó cuando ya no la necesitabamos, pero el honor está primero, ansiábamos la victoria, quizá para vengarnos de aquella humillación (6-0) que nos propinaron allá en Montevideo; eso nos dolió, porque queríamos recuperarnos, pero los Charrúas nos pasaron el tren por encima, sin piedad, y ese fue su error.
En el fútbol existe códigos que deben respetarse, pero Uruguay no lo hizo, olvidaron que las revanchas curan heridas; no pensaron en que nos visitarían en Lima. La situación era otra, ellos deseaban los tres puntos, si ellos no nos masacraban allá en el Centenario, la sed venganza por parte de los nuestros no existiría y quizá se hubiese jugado más relajado, sin presión y, por allí los celestes robaban un buen resultado. Perú estaba herido, sacó la garra, le aplicó un zarpazo contundente, ganándole el partido y dejándolo moribundo, y con pocas posibilidades de conseguir los boletos para Sudafrica 2010.