viernes, 24 de diciembre de 2010

Navidad

Las grandes avenidas y jirones de Lima son un pandemonio por estos días previos a la navidad. Circular con tu coche significa ser un suicida o algo parecido. Los embotellamientos son de infarto. En medio del infierno vehícular observo a una señora con evidentes alteraciones mentales; su aspecto totalmente descuidado me recuerda a la "Chimultrufia", al sonreír se evidencia la carencia de tres dientes; Igual ella regala una sonrisa a cada conductor mientras con una taza vieja de plástico en la mano pide unas monedas y exclama: ¡Navidad!, ¡Navidad!
Avanzo tres cuadras entre bocinazos y desesperación de los timoneles. Mi mal humor se acelera un poco, pero algo me relaja; a dos metros, en la acera veo a un tipo con un terno marrón, una corbata chillona color azul y unos zapatos rojos; una combinación del carajo. obviamente, sus facultades de lucidez las tenía incompletas; él no pedía dinero, pero sí tenía un sombrero en el piso y los parroquianos generosos le lanzaban su voluntad. Mientras sigo en mi carrindanga horneandome como pavo por el calor insoportable sin avanzar ni un metro me distraigo con los letreros que escribe este señor y los cuelga en un poste de alumbrado público.
Las frases son agresivas y elocuentes en contra del gobierno y se lee: ¡Alan García, el ladrón con corbata más grande del Perú!,¡Que tal misil!, parece que es un seguidor del sátrapa de Hugo Chávez
Otra que dice: ¡Apristas ratas! y esta que me dio risa: ¡Alan, que rico faenón!
El pobre hombre seguía escribiendo sus frases y al mismo tiempo devoraba con ganas un panetón que algún parroquiano generoso le regaló; para él también existe la navidad, sólo le falta el chocolate con leche caliente.
La navidad está por llegar. Los otorongos del Congreso y los políticos calculadores deberían salir a las calles a donar sus enormes sueldos a la gente necesitada. Y como el presidente tiene un lema que dice: " No seas cojudo, la plata llega sola". Como a Ud el dinero le llega fácil, le pedimos que deje de tragar abundantes panes con jamonada y los regale a los niños pobres del Perú que no tendrán en estas fiestas ni siquiera un bizcocho, menos una taza con chocolate.