lunes, 11 de mayo de 2009

Ollanta Humala


Apareció en la escena política de manera accidental, levantándose junto a su hermano Antauro en Locumba, Tacna. Entendidos en el tema afirman que fue una de las innumerables cortinas de humo que fabricó el régimen corrupto del del hoy reo Fujimori; y como no podía ser de otra manera, el siniestro Vladimiro Montesinos estaba detrás de todo este circo.
De aquella pataleta de Ollanta-que por cierto fue una patada en el hígado a los altos mandos militares- ha pasado mucha agua bajo el puente, se pensó que quedaría como una anécdota, pero no, se fue inflando electoralmente que llegó a la recta final de las elecciones presidenciales y estuvo a punto de ser inquilino de palacio de gobierno. Y fue la derecha que maquinó todo para no verlo ganador; esa misma que ahora esta sacando los trapitos a su esposa, Nadine heredia.
Humala representaba el antisistema y era el outsider que toda elección tiene como ingrediente. Era el mal mayor, mientras Alan García, el mal menor; a esas instancias de incertidumbre llegamos. Unos de los errores del nacionalista se evidenciaba en que recibía directivas de Hugo Chávez y, sabiendo que el chavismo era un retroceso para América latina, los electores decidieron darle otra oportunidad al líder aprista.
La campaña electoral empieza a calentar motores, y en primera, ya le bajaron una llanta al comandante (r). Las réplicas no se dejaron esperar por parte de sus seguidores afirmando que detrás de esta cochinada están los apristas, que no quieren verse investigados en un eventual gobierno Humalista. Mientras el barro con ventilador sigue cayendo, los asesores están elaborando una estrategia para contrarrestar el juego sucio. Pero, por más esfuerzos que hagan, el tren ya pasó en la última elección, ésa era su oportunidad, pero no, Ollanta, prefirió subirse al vagón chavista, y ahí, comenzó a perder.


Ahora sólo le queda vivir del sueldo que recibe por parte del ejercito peruano, más los 6,000 soles que recibe de sus congresistas, sin contar con el "billetón" que le manda el presidente Venezolano para mantener su proyecto nacionalista. Y como dirían esas tías de otras épocas: un militar de presidente? noooo, ellos tienen el casco redondo, pero la cabeza cuadrada.