La incertidumbre que se respiraba luego de elegir al nuevo presidente va quedando en el olvido. Las heridas de los perdedores parece que están cicatrizando (eso esperamos). la bolsa de valores luego del bajón inicial, ahora se mantiene normal; los empresarios de la derecha ya aceptan la realidad. Ollanta Humala enfoca su gobierno con optimismo; el respaldo que ha tenido en sus viajes fuera del país nos dan cierto alivio.
Antes de la segunda vuelta los de la Confiep no quisieron recibir a Ollanta, ahora ellos son los que piden audiencia (la vida da vueltas).
Kurt Burneo parece que será el Ministro de Economía.
Alan García ahora se hace el "huevenche", como perdió su ahijada, ahora le pasa la franela a Humala para que no lo investigue y lo meta preso. Le quedan pocos días como presidente y aprovecha para inaugurar obras de su mediocre gobierno que quedará marcado por la corrupción; ni el cristo de lo robado, gordovago, o mejor dicho del pacifico (que huachaferia copiarse del Corcobado de Río de Janeiro) lo salvará de ser recordado con una gestión marcado por el robo y el escándalo.
Pasado la guerra y la división que hubo entre peruanos seguiremos el día a día como siempre. El pollo a la brasa será tan sabroso como siempre; el cebiche riquisssimo; las "pichangas" y el fullvaso del fin de semana no se alterará. Las chicas malas que se portan bien con uno, lucirán esa minifalda y el calzoncito transparente.
Los corruptos continuarán haciendo de las suyas, salvo que Humala ordene que le corten las manos; el gremio gay estará firme; las remesas llegarán del extranjero; las combis asesinas seguirán siendo las fresitas que adorna el caótico tráfico Limeño; "los chorizos" (ladrones) y "marcas" no buscarán trabajo y el robo será su lema; las polladas serán siempre el pretexto para que un fin de semana los ríos de cerveza corran por las gargantas de los peruanos y muevan el esqueleto, o el mondongo según el caso, al ritmo de una rica chicha o una cumbia.
Todo marchará igual; solo se ha cambiado de mandatario como indica la constitución y la democracia. Esperamos que "Hugorila" Chávez (por ahora está enfermo) no rondé palacio y ahí sí, estaremos fritos; pero los peruanos le diremos NOOO al sátrapa venezolano, porque sino nos quedaremos desprovistos de casa, vehículo,etc. Y lo peor, sufrir un régimen vetusto y sin el grito de ¡libertad!.
Antes de la segunda vuelta los de la Confiep no quisieron recibir a Ollanta, ahora ellos son los que piden audiencia (la vida da vueltas).
Kurt Burneo parece que será el Ministro de Economía.
Alan García ahora se hace el "huevenche", como perdió su ahijada, ahora le pasa la franela a Humala para que no lo investigue y lo meta preso. Le quedan pocos días como presidente y aprovecha para inaugurar obras de su mediocre gobierno que quedará marcado por la corrupción; ni el cristo de lo robado, gordovago, o mejor dicho del pacifico (que huachaferia copiarse del Corcobado de Río de Janeiro) lo salvará de ser recordado con una gestión marcado por el robo y el escándalo.
Pasado la guerra y la división que hubo entre peruanos seguiremos el día a día como siempre. El pollo a la brasa será tan sabroso como siempre; el cebiche riquisssimo; las "pichangas" y el fullvaso del fin de semana no se alterará. Las chicas malas que se portan bien con uno, lucirán esa minifalda y el calzoncito transparente.
Los corruptos continuarán haciendo de las suyas, salvo que Humala ordene que le corten las manos; el gremio gay estará firme; las remesas llegarán del extranjero; las combis asesinas seguirán siendo las fresitas que adorna el caótico tráfico Limeño; "los chorizos" (ladrones) y "marcas" no buscarán trabajo y el robo será su lema; las polladas serán siempre el pretexto para que un fin de semana los ríos de cerveza corran por las gargantas de los peruanos y muevan el esqueleto, o el mondongo según el caso, al ritmo de una rica chicha o una cumbia.
Todo marchará igual; solo se ha cambiado de mandatario como indica la constitución y la democracia. Esperamos que "Hugorila" Chávez (por ahora está enfermo) no rondé palacio y ahí sí, estaremos fritos; pero los peruanos le diremos NOOO al sátrapa venezolano, porque sino nos quedaremos desprovistos de casa, vehículo,etc. Y lo peor, sufrir un régimen vetusto y sin el grito de ¡libertad!.