miércoles, 25 de noviembre de 2009

Los Dólares de Allison

Francis Allison, en pleno aeropuerto de Miami estaba nervioso, le dice a su esposa Carla Robbiano, espérame ya regreso; el ex Ministro de Vivienda de el actual gobierno se dirige al baño, se mira al espejo, toma aire, luego exhala con fuerza, está  sudando frío, se moja  la cara tratando de refrescarse, saca su pañuelo, y se seca el rostro, vuelve a mirarse al espejo, sonríe, tras titubear un poco abandona los servicios higiénicos y se dirige al lugar donde estaba Carla, ambos se dirigen al control  migratorio para salir del país del tío sam. Esperaban pasar desapercibidos, cosa que en EE.UU es imposible, y él, lo sabía, pero arriesgó, en pleno chequeo con la agente se detectó que había algo irregular, y lo detuvieron.
Ni los ojitos verdes,  ni por ser blanquito lo iban a perdonar ( la situación sería otra sí, eso pasaba en el Perú), igual está con la soga al cuello, la figura fue la siguiente: en pleno aiport la agente norteamericana cumple su trabajo rutinario, le entrega una hoja a Carla Robbiano para que declare, ella dice tener 20 mil dólares, la funcionaría al verla nerviosa decide revisar el bolso y encuentra 10,250 dólares más, la situación se pone tensa y los agentes deciden excarvar todo y, encuentran 20 mil dólares en uno de los bolsillos del saco del ex alcalde de Magdalena, lo que en total suman 50,250 dólares. Según las leyes de USA, se cometieron dos delitos, declaración falsa y no reportar el dinero con el cual se iba a viajar.
Lo sorprendente es de que tal suceso fue el 5 de noviembre, pero recién se dio a conocer ayer. Por ahora "ojitos lindos" y Robbiano Motes están con grilletes electrónicos en los tobillos para que no se escapen, es una manera de arresto domiciliario. Sus abogados están haciendo lo imposible para liberarlo.
No causa extrañeza el comportamiento de Allison, si recordamos que salió casi a empujones del Ministerio de Vivienda por que se le encontró que tenía vínculos con la empresa chuponeadora de Business Track (BTR); como Alcalde de Magdalena tuvo una regular performance, pero había ciertas sospechas de algunos malos manejos. Tenía buena imagen, pues tenía un perfil ganador y se proyectaba como un político de fuste. Con lo sucedido se cae el mito, se pierde el proyecto de un futuro prometedor. Ahora no habrá dudas para la opinión pública que seguirá poniendo en tela de juicio, la transparencia, la honestidad, la decencia de los políticos y funcionarios, que está demás decir que la mayoría se suben al tren del aparato estatal sólo para  beneficiarse y robar; sabiendo que el pueblo peruano tiene mala memoria y nunca pasará nada; sino recordemos como eligieron a Alan García como presidente, si en su primer gobierno fue tan desastroso, que nos dejó en una de las peores crisis de nuestra historia.