martes, 9 de junio de 2009

Infierno en la Selva Peruana


Es patético observar como se da a conocer los lamentables sucesos en Bagua. La prensa en sintonía con el gobierno se esfuerzan en destacar en primer lugar a los policías caídos en el enfrentamiento y de manera soslayada se toca a los nativos que también cayeron, es más, los tratan como a vulgares delincuentes.
Se ha confirmado el fallecimiento de 24 policías, entre ellos un comandante; por parte de los indígenas se desconoce las cifras oficiales; dirigentes afirman que son más de un centenar sin contar con los desaparecidos. Se comenta que desde un helicóptero se arrojó a nativos al río.
Muchas familias están desesperadas porque no encuentran a los suyos. El presidente trata de maquillar los hechos descargando su ira con los indígenas, pero a los policías los recibió con los honores correspondientes.
El enfrentamiento lo empezó la policía realizando los primeros disparos, es obvio que recibieron ordenes sin imaginar el fatal desenlace; esa no era la forma de desalojarlos de la carretera Fernando Belaunde,(ex marginal de la selva) al cual habían tomado en demanda de sus reclamos completamente legítimos.
A los hermanos nativos no se les puede tratar como ciudadanos de último nivel, promulgando decretos legislativos sin consultarlos, y lo peor es que en el congreso los apristas, fujimoristas y los de unidad nacional se prestaron al juego en contra de ellos, aún sabiendo que es un derecho constitucional que los ampara.
Mientras el gobierno en su desesperado afán de lavarse la cara, lanza un spot televisivo con escenas espantosas agraviando a los indígenas, dejando la verdad a un costado. Es cierto que los nativos secuestraron a los policías, luego actuando con alevosía los asesinaron salvajemente, al cual condenamos; pero tenemos que detallar que la barrera del idioma y la lógica que ellos tienen es: si matas a mi hermano, yo te mato; era inevitable las consecuencias ya conocidas.
Calmadas las aguas, ahora buscan al culpable, al líder Alberto Pizango, pero fueron infructuosas los movimientos para capturarlo, pues ya se asiló en la embajada de Nicaragua, esperando que el gobierno peruano le otorgue el salvoconducto para viajar al país de Daniel Ortega, de quien se dice siempre asila a terroristas.


Solo queda el dialogo y el gobierno dar marcha atrás. Los nativos siempre fueron ignorados, olvidados y sin nacionalidad, porque recibían más de los países vecinos (Colombia, Brasil). Además de ser totalmente opuestos al mundo occidental, de modo que Jamás retrocederán y seguirán defendiendo sus tierras, su modo de vivir; así tengan que perder la vida.