lunes, 1 de junio de 2009

Hugo Chávez


Los gestos de los Venezolanos que detestan el gobierno chavista son elocuentes. Se estima que son más del 60% de los ciudadanos no ven la hora que "Hugorila" se largue lo antes posible, pues consideran que está conduciendo al país al abismo, y al repudio internacional; además de aniquilar a la democracia, aplicando un modelo populista para gobernar que ya colapsó.
Hugo Chávez tiene un mentor que es el dictador Fidel Castro, él es su maestro y guía, hasta lo imita en la forma de vestir y quiere perpetuarse al poder como el barbado de la isla, y para lograr tal fin no escatima en cruzar la linea de la legalidad amordazando a la prensa, cerrando canales opositores, perseguir a los que piensan en contra de su revolución Bolivariana.
Tiene todas las actitudes de un matón, a pesar de ya no ser un teniente coronel que participó en un frustrado golpe de estado (4 de febrero de 1992) por lo cual estuvo preso por dos años. Maltrata a su pueblo que no se puede expresar libremente, pero él sí lo hace: le dijo a George W. Bush borracho y alcohólico, ¡que tal insolencia! tuvo la osadía de insultar al dueño del circo; también Alan García recibió su cariño diciéndole ladrón de de cuatro esquinas. Alguien se atrevería decirle: loco, burro, tirano, dictador, cuatrero, maleante; eso le caería como una patada a los testículos.
Esta semana Venezuela fue noticia, el fanfarrón de Chávez mando a sus matones hacerle la vida imposible al periodista Alvaro Vargas LLosa y a su padre, el reconocido escritor que asisten a un foro donde debaten los temas como democracia, libertad, y pobreza. La forma accidental que llegaron a Caracas era una clara señal de que todos los participantes no deberían descargar sus baterías y no ser altisonantes con el régimen.
Queda claro que el dictador no quiere que opinen sobre su nefasto gobierno. Por ahora sigue puliendo su estrategia para quedarse en el poder y para eso tiene un aliado incondicional: el petróleo. Los opositores al tirano maquinan la posibilidad de derrocarlo, ya no toleran ser despojados de sus bienes y de los abusos que se cometen. Los que lo apoyan solo esperan recibir la dádivas y los subsidios, además de polos y vinchas para apoyarlo en sus chistosos mítines. Y pensar que en el Perú tiene a un pupilo (Ollanta Humala), que lo apoya en logística y en billete. Solo pedimos una cosa: Dios nos coja confesados si el nacionalista llega al poder.