miércoles, 30 de septiembre de 2009

Fujimori y La Cárcel

Fiel a su estilo se corrió como siempre, igual cuando en una actitud cobarde fugó como una rata a su país, Japón; después renunció por fax. Alberto kenya Fujimori, el reo ex presidente admitió la culpa y  fue condenado a 6 años de prisión, los cargos fueron: interceptación telefónica (chuponeo), soborno a los congresistas tránsfugas, y compra de la linea editorial de los medios de comunicación. Pagará 24 millones de soles al estado y 3 millones a los agraviados por el espionaje telefónico. Esta es la cuarta condena en su contra, pero la mayor es de 25 años  que estará bajo sombra. Con esto, el corrupto ex dictador se evitó que desfilen los testigos y hablen de lo asqueroso que fue su gobierno.
La verdad de la milanesa es que el reo japonés no quiere quemarle la candidatura a su hija, porque sabe que ella es la única esperanza de que vea la luz de la calle y olvidar la sombra de la cárcel, claro en un hipotético  caso de que keiko -ojalá que no- gane las elecciones. Astuto él, dijo: si los testigos hablan  todo lo que saben sobre la mugre que se manejó en mi gobierno estoy frito; pues los incrédulos que todavía piensan que, "el chino" es como un lindo gatito, se desilusionarán y lo pensarían dos veces antes de votar por su voluminosa hija.
Siguiendo a tono con el tema de las cárceles, esta en el tapete las fiestas que se realizan en el penal de Lurigancho. Según un informe periodístico reveló que en dicho establecimiento se realizan fiestas con orquestas y luces, igual como en la película fiebre de sábado por la noche, donde las drogas el licor barato y del bueno también circulan como en las polladas de fin de semana.
El refrán dice: dame la mano y me paso hasta el codo. Las autoridades penitenciarias permitieron que reclusas salgan y vayan a hacer su show en el programa de televisión de Gisela Valcárlcel, ese fue un mal precedente, porque si bien es cierto que en los penales la autoridad responsable se hace de la vista gorda, con todas las irregularidades donde los policías reciben coimas para facilitar el ingreso de, armas celulares, drogas y hasta mujeres en las horas no permitidas. Mientras Fujimori esta regando los jardines del complejo donde está recluido, sus colegas, sorry, los delincuentes más peligrosos tienen cada fin de semana su fiesta asegurada.