Los hinchas cremas tuvieron paciencia, esperaron nueve años sin disfrutar la gloria, el climax; la euforia de sentirse campeones. A un hincha merengue no le interesa un título a media caña, como llevarse varios aperturas que no le sirvieron de nada al fin de año, la corona se le hacía esquiva; eso era como un coito interruptus; los dirigentes ya estaban en la mira, para el bien de ellos, se terminó esa agonía, los colores que ellos aman, por fin pudo terminar el 2009 con ese lauro que ya queda en la historia y en los registros de la pelotita peruana.
El Estadio Monumental estaba al 90% de su capacidad, todo estaba preparado para la fiesta, incluidas las bellas modelos que le pusieron un toque de glamour al evento. En las tribunas se vio a los figuretis de siempre, entre ellos a políticos en decadencia. Hubo un hincha crema ilustre, el escritor Mario Vargas Llosa que llegó y se fue campeón. La premiación fue como en las grandes ligas europeas. La vuelta olímpica de la "U" fue inolvidable, las lágrimas de los guerreros, los saltos, Las bromas, las vivas, los cánticos, la tradicional celebración en el camarín y el baño con cerveza a todos los jugadores incluido el técnico, el apático Juan Máximo Reynoso.
Ñol Solano hizo vibrar a la tribuna con su gol de penal, como siempre el "maestrito" seguro en el disparo. La Trinchera Norte alentó todo el partido; los del Comando Sur no pudieron llenar su tribuna, ese espacio estuvo más ralo que el café barato. Ahí empezaron a perder los aliancistas, los hinchas no le tuvieron fe a su equipo; casi al final del choque, empezaron a destrozar las butacas, que mal perdedores. Una tarde negra para los íntimos, aparte de perder el campeonato, vino otra pesadilla, el jugador LeandroFleitas, en una jugada por elevación chocó con Carlos Galván y sufrió una grave lesión en la cabeza y parte del rostro, esperamos se recupere pronto.
Los fanáticos hinchas de Universitario se sienten orgullosos de sus 25 títulos a lo largo de la historia, cuatro más que su compadre; están felices, pero que esa satisfacción enorme luego no se vea acompañada de tristeza cuando participen en la Copa Libertadores. Disfruten cremas, rie "cabezon" alégrense dirigentes, diviértanse muchachos, que gracias a esa garra que pusieron durante todo el torneo, la mitad del Perú celebra, y que prosiga la fiesta empalmando con otra alegría: Navidad y Año Nuevo.
El Estadio Monumental estaba al 90% de su capacidad, todo estaba preparado para la fiesta, incluidas las bellas modelos que le pusieron un toque de glamour al evento. En las tribunas se vio a los figuretis de siempre, entre ellos a políticos en decadencia. Hubo un hincha crema ilustre, el escritor Mario Vargas Llosa que llegó y se fue campeón. La premiación fue como en las grandes ligas europeas. La vuelta olímpica de la "U" fue inolvidable, las lágrimas de los guerreros, los saltos, Las bromas, las vivas, los cánticos, la tradicional celebración en el camarín y el baño con cerveza a todos los jugadores incluido el técnico, el apático Juan Máximo Reynoso.
Ñol Solano hizo vibrar a la tribuna con su gol de penal, como siempre el "maestrito" seguro en el disparo. La Trinchera Norte alentó todo el partido; los del Comando Sur no pudieron llenar su tribuna, ese espacio estuvo más ralo que el café barato. Ahí empezaron a perder los aliancistas, los hinchas no le tuvieron fe a su equipo; casi al final del choque, empezaron a destrozar las butacas, que mal perdedores. Una tarde negra para los íntimos, aparte de perder el campeonato, vino otra pesadilla, el jugador LeandroFleitas, en una jugada por elevación chocó con Carlos Galván y sufrió una grave lesión en la cabeza y parte del rostro, esperamos se recupere pronto.
Los fanáticos hinchas de Universitario se sienten orgullosos de sus 25 títulos a lo largo de la historia, cuatro más que su compadre; están felices, pero que esa satisfacción enorme luego no se vea acompañada de tristeza cuando participen en la Copa Libertadores. Disfruten cremas, rie "cabezon" alégrense dirigentes, diviértanse muchachos, que gracias a esa garra que pusieron durante todo el torneo, la mitad del Perú celebra, y que prosiga la fiesta empalmando con otra alegría: Navidad y Año Nuevo.