viernes, 9 de octubre de 2009

Falleció Arturo "El Zambo" Cavero





Recuerdo cuando era niño y, sentado frente al televisor, apreciaba un Estadio Nacional totalmente lleno; eran las lindas épocas del "cholo" Sotíl, "el nene" Cubillas, "el granítico Chumpitaz, "el jet" J.J Muñante,etc. La selección se ganaba el derecho de ir a un mundial, ahí en la cancha, y con el marco musical tan impresionante de "Contigo Perú" interpretado por la enérgica voz y sentimiento de Arturo "Zambo" Cavero, que hoy a las 12: 55 pm se nos fue para siempre. Se apagó una voz, se fue una estrella del criollismo.
El desenlace triste era cuestión de horas, cinco días estaba en coma en cuidados intensivos del Hospital Edgardo Rebagliatti. No fue suficiente el esfuerzo de los galenos, ni las vigilias de los familiares, amigos y del pueblo, que oraban por su recuperación. Se fue a los 68 años, todavía cantaba y encantaba con esa magistral voz que poseía, hasta que una infección urinaria, sumada a la diabetes que padecía, su salud empeoró y lo tuvieron que internar en el hospital donde finalmente nos dejó.
Se fue un grande de aquella gran época de la música criolla. Tristes quedaron sus amigos de esas viejas serenatas de guitarra y cajón, como: "el cholo" Luis Abanto Morales, el maestro Oscar Avilés,el compositor Augusto Polo Campos,etc, que aún siguen en la brega y seguro con cuerda para rato.
"El Zambo" como cariñosamente se le conocía, nunca negó sus inicios humildes, es más, siempre dio muestras de afecto y cariño a su público. Fue un grande y siempre será recordado, como lo hacemos con Chabuca Granda, Lucha Reyes Y Felipe Pinglo.
 Y se llama Perú, cada domingo a las doce y, se acabó y punto seguirán sonando por siempre. Coincidencias de la vida, Hoy se cumple 40 años la agrupación Perú Negro y para ellos la celebración se convirtió en tristeza." El Zambo" Cavero se va de este mundo en octubre, mes morado, y él fue miembro de la primera cuadrilla del Señor de los Milagros. Y en una de sus últimas interpretaciones canta: el día que muera, que mis cenizas vayan al mar; sí, al mar de Miguel Grau, que ayer se celebró un año más de su heroísmo.