miércoles, 30 de septiembre de 2015

LLEGO LA FIESTA

Faltan pocos días para que empiece la fiesta del fútbol, las eliminatorias al mundial Rusia 2018. La emoción crece, las expectativas también, los pronósticos, las apuestas van y vienen. Todos ganan, los diarios tienen más portadas y venden, la televisión está presente en los entrenamientos, no se pierden la cobertura el mismo día del partido, el antes durante y después, ah y como no, también asoma sus narices esa televisión chismosa, extra deportiva, candelera, que el único propósito que los impulsa es vender, tener rating, así destruyan con sus imágenes, comentarios llenos de dudas el buen desempeño de los seleccionados peruanos.


Y en efecto ya se difundió imágenes de la salida nocturna de Jefferson Farfán que -según entendidos- la amanecida, el baile, tomar algo, y por ahí -se especula- un exagerado encuentro sexual que ha terminado por lesionarlo y, es duda para el encuentro con Colombia en Barranquilla.  Él es la estrella, la figura, titular indiscutible. Que hacemos ahora, esperar un milagro, que se recupere y pueda jugar.

En el segundo partido se jugará con Chile en Lima, el  estadio nacional esta listo, se supone que las entradas se agotarán a las pocas horas de haberlas emitido. Los revendedores se frotan las manos, es su momento de actuar, de hacer dinero, por lo tanto no les importa amanecerse formando cola en las afueras del estadio soportando el peligro de la calle, el frío intenso pero que lo soportan tomando alcohol barato y pitillos con olor a kerosene. Total las ganancias serán sustanciosas. Son peruanos y  tienen derecho a ganarse la vida, aunque la forma en que lo hacen desagrade a muchos hinchas que se quedan privados de comprar entradas y tienen que pagar capricho con el precio alto en que se ofrecen.

¡Arriba Perú! se escucha en las emisoras, en los barrios populares, en los centros laborales, en los espacios públicos. Esperemos que ese lema, sea para llegar a la cúspide, clasificar a Rusia 2018. Si esa posibilidad no se da, todo el Perú volverá a llorar, serian ya 36 años sin ir a un una fiesta mundialista y creo que no es justo, porque no se puede esperar más años de fracasos.