viernes, 16 de abril de 2010

El tío George

Muchos periodistas ofrecían conceptos diversos sobre un personaje muy cuestionado en estos últimos días, el congresista Jorge del Castillo, más conocido en el mundo de los faenones como el tío George. Unos eran más generosos, afirmando que es un caballero; otros que es un demócrata a carta cabal; unos más punzantes dicen que es un ladrón; pero para este servidor es simplemente un sinvergüenza.
La agenda de estos días en los medios tiene como protagonista el caso de los petroaudíos. La ex ejecutiva de BTR, Giselle  Giannotti  ha salido con la pierna en alto y acusa al ex premier Del castillo de estar metido en los faenones al igual que el secretario de palacio de gobierno Luis Nava. Tal acusación ha puesto con los pelos de punta al tío Jorge, que está muy asustado. La pregunta del millón es: Los archivos que se perdieron acaso no fueron las grabaciones donde Jorgito negocia con las empresas y por lo tanto le cae su tajada, esa que viene en fajos y de color verde. Los USBs desaparecieron de una manera vulgar.
Es harto conocido que Jorge del Castillo tiene una cadena grifos, no estarán a su nombre, pero para eso sirven los testaferros; y no lo digo yo, lo dice vanguardia aprista. Lo cierto que el cuestionado personaje siempre ha vivido de la política y es amigo de la rata Rómulo León Alegría que desde el infierno que es la cárcel ha declarado que el nada menos secretario general del apra se haya olvidado de él, además de sentir vergüenza de ser su amigo.
Que indignante para el Perú tener aceptar esta basura. Es bien difícil que se sepa la verdad, porque en el poder judicial muchos jueces, fiscales, vocales, son apristas y jamas traicionarían a sus lideres, menos al partido que le sirve de plataforma para alcanzar los apetitosos cargos. Alan Garcia sale ha decir sobre esta cochinada: yo no me caso con nadie, eso esperamos Alan, pero así ensayes cara de compungido en tus alocadas declaraciones, igual el pueblo no te cree; es una más de tus diversas transformaciones de payaso, de encantador de serpientes; sólo eres un caballo loco, con verbo florido. Sí la nación te dio el voto, es porque no quería tener otro loco, como el cachaco mediocre de Ollanta Humala.