Era una mañana fría del lunes 17 de mayo cruzaba la avenida Brasil en el denominado óvalo. Muy sorprendido observé que algunos obreros estaban levantando unas tribunas, de esas que se arman para fiestas patrias. Sabiendo las molestias que representaba para el tránsito me pregunté bastante molesto: y ahora que circo va empezar.
Pasaban los días de la semana y el acceso para cruzar la congestionada avenida se iba achicando originando un tremendo caos vehícular que desencadenaban en desaforadas maldiciones, mentadas de madre hacia los responsables y que iban directos y sin escalas a los "comehechados" del gobierno. Haciendo las indagaciones respectivas me enteré que en dicho escenario se realizaría un pasacalle denominado celebra Perú y también el cumpleaños de Alan García.
La payasada empezó un día antes en la plaza de toros de Acho y que fue transmitida por el canal que le pertenece a todos los peruanos (RTP). Es inaceptable que el dinero de nuestros impuestos sean malgastados en frivolidades del mandatario de turno. El coloso acogió a ciudadanos humildes de los conos que son trasladados en las famosas portátiles (por propia voluntad no caminan ni a la esquina) y para animarlos a que vayan al circo preparado por los apristas los engañan con unos simples polos de gamarra y una dádiva de por medio.
Lo del domingo fue la culminación del derroche, la vulgaridad y la mentira del pasacalle celebra Perú. Que vamos a celebrar si hay un buen porcentaje de niños que nacen y mueren a los pocos meses por falta de alimentación y las inclemencias del frío. No hay nada que celebrar, sí la corrupción en el país está en su máxima expresión. Perú querido, no hay nada que celebrar si todos los días el rey de la cutra, "la rata vieja" de Beto Quimper (fue abogado de Alan García) aparece con un nuevo audio escandaloso donde se evidencia las aceitadas en el poder judicial sobre el caso de utopía y otros procesos que están bajo sospecha. No podemos celebrar cuando militantes apristas al mando de Omar Quezada (ahijado político de Alan) está metido de cabeza en el faenón de los terrenos de Cofopri.
Presidente, no hay nada que celebrar, el único que celebró fue Ud y sus "chupamedias"; comiendo faisán y acompañado de los mejores tragos, mientras en los lugares más paupérrimos del país los niños se duermen en clases porque no tienen que comer. Ud sigue riendo y sigue brindando con la asquerosa comparsa de la mayoría de los magistrados apristas del Poder Judicial; personajes que se encargarán de mantener a flote el excremento de la corrupción y vigilando también para que nadie jale la cadena.