lunes, 30 de septiembre de 2013

LA PELOTITA

La voz entrecortada de una chica de 18 años se deja escuchar en una emisora que  comentaba el desastroso encuentro que Uruguay nos ganó y que nos dejó sin mundial. Escucharla hablar y luego llorar desconsoladamente te deja muy mal. En ese momento, todo el Perú estaba mudo, sin aliento, triste, sin ganas de sonreír y eso que era viernes. Otra vez nuestros peloteros  fueron un desastre quitando la ilusión de grandes y chicos de estar en un Mundial. La jovencita seguía llorando como pidiendo una explicación porque la selección no clasifica hace 32 años. 




Los bares, restaurantes, hogares y demás lugares que se prepararon para la fiesta tuvieron que guardar los instrumentos de festejo... ya no era necesario, para que, ya todo estaba consumado. Ni los carajos y puteadas de la gente que estuvo en el estadio y que pagó capricho por las entradas empujaron al equipo para revertir la situación. Ante el desolador panorama mucho cogieron  la " bendita"  calculadora a ver si el "milagro" era posible; como si ese aparato metiera los goles.

Nadie le dio una explicación correcta a la joven que seguía llorando. El fútbol peruano tiene cáncer, y si no se hace nada desde ahora, es probable que muera. Los dirigentes son unos mediocres empezando por la cabeza, Manuel Burga. Tenemos unos campeonatos "mamarachos", como la primera y la segunda división; árbitros que son un fiasco, arreglos debajo de la mesa, dirigentes que meten uña, canchas peladas y sintéticas que no ayudan en nada y que los peloteros son una tortugas, pues corren a 4 kilómetros por hora.

Todo ese conglomerado de situaciones enrarecidas hacen que tengamos futbolistas mediocres, y por lo tanto contratamos entrenadores como Sergio Markarian que no tienen autoridad para manejar un grupo. Al mal llamado "mago" no lo respetaron, empezando por los denominados "cuatro fantásticos". No quisieron concentrar, solo llegaban de vacaciones y a divertirse a furtivas en discotecas, soslayando el compromiso con el Perú.

Para la próxima eliminatoria probablemente no clasifiquemos, seremos otra vez perdedores; los únicos que ganarán serán los vendedores de cervezas, gaseosas y otras "chucherias". El pueblo peruano llorará otra vez; se armarán expectativas, fiestas previas, revendedores que hacen su agosto, se venderán más camisetas "bamba" de la selección que la original. Y como siempre habrá una prensa deportiva que creará ídolos de barro como Reimond Manco.

Todo seguirá igual, siempre veremos a peloteros que terminarán agarrados de una botella de licor y en en escándalos de callejón. Ahhh...pero la afición gritará: ¡uuuyyyy... casi goolll!... la emoción se quedará trunca y nos frustraremos una vez más. Mientras no barran la basura que está acumulada en todo el ámbito del fútbol peruano, esto seguirá apestando.