El calzoncillo amarillo de Javicho está listo para ser estrenado en la noche de año nuevo, dicha prenda intima fue regalada en los ajetreados días navideños, fue el regalo más "misio", bueno es un decir por que de los seis presentes que recibió todos no pasaban de los veinte soles cada uno. El que le pareció atractivo fue un reloj de pulsera que a simple vista se veía lindo; luego de revisarlo y abrir bien los ojos se dio cuenta que era un made in China.
En los intercambios de regalos y amigos secretos hay cada sorpresa y mucha desazón. Javicho siempre pierde; todos los años sus compañeros de trabajo lo tienen de "lorna", pero él, sí se esmera en dar algo decoroso, sin embargo recibe presentes comprados a ultimo momento a juzgar por el precio y las marcas.
La chica guapetona por la cual Javicho babea recibió un perfume que no baja de 200 soles, él quiso sorprenderla, pero ella le dio un estuche para su celular que está a dieciocho soles, lo que consoló al hombre fue el beso que le estampó la chica que lo dejó sin respiración.
Ya pasó navidad y Javicho solo espera la fiesta de fin de año y estrenar su mejor traje, incluyendo su calzoncillo amarillo de seis soles, que alguna desconsiderada le regaló; él no se hace bolas con el tema, se ríe no más, sabe que la vida en algún momento le regalará una sorpresa grande; por que en esta vida todo es compensado y él lo sabe.
La fiesta de año nuevo será en su barrio, una zona movida, donde abundan los palomillas, y los festejos son a todo dar con quema de muñecos y el baile es en plena calle matizado con muchas cervezas, tragos baratos y todos se divierten hasta que salga el sol.
Javicho quemará dos muñecos, uno de Manuel Burga, ese caradura que destrozó el fútbol peruano, y el otro la del presidente Ollanta Humala, por sacolargo, pusilánime, por mentirle al pueblo que el gas bajaría a doce soles y por encamarse con los poderosos de la derecha.
Asì llegará el 2015 para Javicho que dejará atrás el 2014 que fue malo, no tuvo novia, se quedó sin "chamba" como dos meses y el día de su cumpleaños, lo asaltaron, le arrebataron todo, lo dejaron en calzoncillos, esta vez rojo, y él se seguirá preguntando hasta cuando el ministro "figureti" del Interior que tenemos acabe de una vez con los ladrones, extorsionadores, "marcas"; aunque eso está más difícil que Perù clasifique al mundial y que Fujimori, Alan Garcìa, y Alejandro Toledo digan la verdad si son ladrones.
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