martes, 6 de octubre de 2009

Alberto Quimper y el Poder Judicial

La "rata" Alberto Quimper entra al despacho del Presidente de la Corte Superior de Lima, el aprista hasta los huesos, César Vega Vega y le dice: vengo de parte del presidente de la república para ver unos casos (seguro se refiere al de los petroaudios), el magistrado mostrando cara de indignación (que más parece una gran actuación teatral) le dice: sabe que "Don Bieto", así, con cariño, larguese de mi oficina. Luego Quimper sale a decir que los jueces comen de sus bolsillos.
El culebrón de los petroaudios ya parece un chiste, ya ha cumplido un año y hasta hoy el CPU de Rómulo León, La otra "rata", ha sido manoseado más que a las chicas provocativas que viajan en microbús repleto de pasajeros. Los jueces encargados lo pasean de un lado a otro como a un niño llorón. Se sabe que en ese apetitoso  CPU se encontraron 73,765 archivos; 30,608 imágenes, 12,359 textos en word, 1,781 audios y 15,765 mails, y que datan desde 2003 hasta octubre del 2008. En esta mecedora, los encargados de custodiarlo, seguro han recibido ordenes de "arriba" para borrar, alterar, algunos archivos con datos importantes, que al ser revelados pueden afectar seriamente a altos personajes del ejecutivo
En los últimos días se han encontrado audios donde se evidencia la corrupción del Poder Judicial (que novedad); asimismo que habrían "chuponeado" a los otorongos del circo congresal, Mercedes Cabanillas fue la víctima; Sonia Morales también es mencionada en los petroaudios del escándalo, pero ella al toque salió y dijo que efectivamente le recomendaron a Alberto Quimper, especialista en temas tributarios, ya que la folklórica tenía problemas con la sunat.
Esperamos que pronto se sepa toda la verdad de este mugroso caso de los "faenones"  y que caigan todos, sin excepción (recordemos que tenemos a un ex presidente en la cárcel por ladrón), pero eso parece más difícil que "Tongo" baje de peso, pues en el aparato judicial todo el mundo sabe que está infectado de magistrados apristas, egresados de la Universidad F. Villarreal, bastión de la estrella decadente. Ellos harán todo lo posible para no destapar esa de olla de grillos y no causar una explosión que salpique hasta el mismo Alan García.


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